tisdag, februari 28, 2006

Un extraño reencuentro

A mediados de septiembre del año pasado tuve la "oportunidad" de que una persona sumamente desagradable se sentara detrás mío en el tren. Lo desagradable de esta señora era su escandalosa forma de masticar, con una inusual similitud a un animal de granja. Sumado a esto está la pesada respiración con un ligero silbido nasal y también no podía faltar esa horrenda, asquerosa y escandalosa tos típica de fumador de varios años, donde se puede escuchar a las revoloteantes flemas esforzándose por salir disparadas. Cada vez que esta señora tosía, se sentía ese ligero aroma que combinaba el desayuno que escandalosamente masticó durante una buena parte del trayecto, junto con rapé (tabaco finamente molido y empacado en una minúscula bolsita que se coloca entre la encía y el labio superior, y que dicho sea de paso no huele nada bien)

Ayer en la tarde, casi cinco meses después, nuevamente esta señora apareció y se sentó, como era de esperarse, en el asiento justo detrás del mío. Esta vez no iba masticando como en aquel viaje matutino, pero sí seguía con su inconfundible, sonora y olorosa tos, quizá peor que la vez anterior. Como el tren estaba lleno como de costumbre, cambiar de asiento no era una opción viable.

De entre toda la gente con la que uno topa en los frecuentes viajes en tren, son los más indeseables los que reaparecen. Nada más espero que no tenga que encontrarme nuevamente con similares personajes.

onsdag, februari 08, 2006

1,2,3,4,5

Five!!! Five fucking blades! That's the new shaving trend according to the nutcases at Gillette. Five blades on the front, one on the back and, if that's not enough, you also need an AAA battery for the gizmo. What's the deal now? Is it sexy now to show your bare skull? Or is it that this specific product is marketed for bears, gorillas, afghan hounds and other equally hairy critters? Who the hell is in such a desperate need of that kind of dangerously close shave?

This is just one of the many bastard children of Mother Marketing... Gillette? Wankers!

onsdag, februari 01, 2006

¿Y si dejamos de repetir las mismas historias?

Básicamente con cada una de las personas con las que se mantenga un contacto regular se llega a desarrollar una rutina. De pronto las conversaciones tratan sobre los mismos temas, las mismas anécdotas a veces sin la más mínima variación, mismos comentarios, mismos chistes, mismas preguntas y por supuesto mismas respuestas. Sin embargo termina uno por acostumbrarse a dichas rutinas, además de que las disfruta quizá de la misma manera por más predecible que pueda resultar.

¿De dónde vendrá esa aparente necesidad humana de hacer lo mismo una y otra vez? Además de repetir lo mismo y de la misma manera, también tenemos los humanos el hábito de señalar lo obvio, verbalizar lo evidente a pesar de que en la práctica es algo totalmente irrelevante e innecesario. A todo eso, le agregamos los "comentarios de relleno" que hacemos a diario.

¿Cómo sería entonces la vida si evadiésemos repetirnos, señalar lo obvio, y las frases, cometarios e incluso conversaciones sin contenido real? ¿Qué nos quedaría? Me pregunto si habrá algún ser humano capaz de realizar tal proeza. Quizá nuestra existencia se asemeja al átomo, compuesto primordialmente de espacio vacío.

Salirse de la rutina es algo esporádico, cambiarla pierde su gracia relativamente rápido. Salirse constantemente de la rutina se torna en una rutina en sí. Sería interesante ponerse a calcular la cantidad de días, horas, minutos y segundos interesantes y no rutinarios en la vida de una persona promedio. Igualmente, calcular la cantidad de "espacio vacío". Me atrevería a decir que una vida ausente de rutina, repetición e irrelevancia es simplemente una utopía para la criaturas de hábitos que somos los humanos.